Los 7 Juegos de Pat Parelli. El Juego del Lider

Este juego no lo había practicado antes, así que ya sabéis lo que hemos estado practicando Lizzie y yo en los 2 últimos días.

Lo que tratamos de conseguir aquí es que el caballo se mueva hacia donde le digamos mediante presión rítmica y sin tocarle. Al principio puede reaccionar con miedo pero lo único que necesitamos es estar con él manteniéndonos en una posición que no comprometa nuestra seguridad y continuar liderándole con persistencia pasiva hasta que se calme y piense tranquilamente. Lo normal es que dejen de asustarse rápidamente y comprendan lo que les pides.

Lo mejor es usar tus manos para ejercer esa presión rítmica, moviéndolas hacia la parte de su cuerpo que quieras que aleje de tí. Por lo visto, la clave aquí es empezar con una presión muy suave e ir aumentándola poco a poco hasta que el caballo muestre la más mínima señal de moverse en el sentido que le indicas. En ese instante retiras inmediatamente la presión. Si lo hacemos así, llegará un momento donde responderá a una ligera indicación por tu parte.

Debemos ser muy claros indicando al caballo qué parte de su cuerpo queremos que mueva, para lo que no sólo debemos ejercer la presión hacia ahí si no también dirigir nuestra mirada hacia ese punto.

Lo primero que le podemos pedir es ir hacia atrás: aquí debemos tener mucho tacto con él y tener en cuenta que debe responder yendo hacia atrás tranquilo y con la cabeza baja. Esta parte nos ha resultado muy fácil a Lizzie y a mí, pero es que yo le enseñé a ir hacia atrás a la voz hace ya mucho tiempo, por lo que ella sabía perfectamente lo que le estaba pidiendo. Debemos conseguir que dé varios pasos hacia atrás de forma calmada.

El siguiente paso es que haga un círculo completo con sus cuartos delanteros manteniendo apoyados en el mismo sitio los traseros. Por supuesto, primero pedimos un paso, y vamos pidiendo más poco a poco. Con este ejercicio yo sólo he conseguido que haga "espalda adentro", eso sí, lo hace "de libro".

El último paso es hacer que mueva los cuartos traseros manteniendo el apoyo en los delanteros. Aquí de nuevo a nosotras nos resultó muy fácil, porque ese movimiento lo aprendimos hace tiempo. Los que no lo hayáis practicado nunca, mantened una distancia prudente en caso de que pueda lanzar una coz.

Parece fácil pero la idea es conseguir estos ejercicios alejándonos cada vez más del caballo hasta llegar a guiarle en libertad, es decir, sin ramal o cuerda de ningún tipo.

¡Suerte y espero vuestros comentarios!