En fín, este libro describe paso a paso cómo hacer Join-up con tu caballo, ejercicio así denominado por Monty Roberts y cuyo objetivo es que el caballo te elija a tí como su lider.
Os podéis imaginar que lo primero que hice fue ir a ver a Lizzie y ponerlo en práctica, os cuento:
Me la encontré tranquilamente descansando tumbada, así que me puse a su lado durante un rato, hasta que llegó alguien y nos pusimos a hablar. En ese momento ella se levantó y empezó a hacerme carantoñas (signo evidente de que YO soy su líder y no al revés, hahaha) ...así que fuimos al picadero redondo y empezamos la sesión.
Tal y como Joe Camp describía le eché de mi lado para que huyera dando vueltas alrededor del picadero.
Primer problema: Lizzie lleva siendo mi líder 7 años y me ve de muchas maneras pero no como un humano depredador. Aún así, me hinché lo suficiente y conseguí echarle; las señales vinieron rápido: me dirije su oreja interior para hacerme saber que está pendiente de mí, bien. Relaja la mandíbula, signo de sumisión, bien, y agacha la cabeza. En ese momento me deshincho y me doy la vuelta completamente relajada con el único propósito de que ella venga por detrás y me elija.
Segundo problema: el picadero estaba lleno de hierba por lo que Lizzie decide que mejor come, porque total yo ya me he hecho la dura muchas veces y nunca pasa nada...
Como un lider no puede consentir eso, le echo de nuevo y repito la operación ...tantas veces que perdí la cuenta.
Me empezaron a entrar muchas dudas, "estoy haciendo lo correcto", "le estoy estresando", "esto no está bien", etc. así que me rendí, me senté en mitad del picadero y le dejé comer. Tenía ganas de llorar, pero no me salían lágrimas y entonces empecé a pensar que quizás soy yo quien se rinde rápido y que por eso no lograré ser nunca su líder. Así que me levanté, me hinché como nunca antes y puse toda mi energía en echarle. Enseguida vinieron las señales y me relajé dándole la espalda. ¿Qué respuesta obtuve? Siguió dando la vuelta al paso hasta que se puso frente a mí, me miró fijamente ...y se puso a comer, aaaahhhhhh!!!! ¡quería comérmela con patatas!, pero en vez de eso repetí de nuevo la operación y esta vez; me tocó muy suavemente la espalda para acabar apoyando su cabeza en mi hombro, ahora sí que lloraba.
Terminamos así, le llevé de nuevo a su padock y me fui, pero la sorpresa vino en mi siguiente visita:
(Hago un paréntesis para explicar que hace ya muchos meses Lizzie dejó de permitir que le montara, haciéndome muy difícil el subirme e intentando tirarme cuando lo conseguía)
Ella estaba muy irritada porque había muchos insectos molestando, así que simplemente me senté a observarle. Vino tras de mí y se puso demasiado cerca así que tuve que moverle, cosa que entendió a la perfección y se posicionó de forma más respetuosa. Como ví que le molestaban las moscas, me subí sobre la piedra en que estaba sentada para aliviarle las zonas donde tenía heridas. Empezó a caminar y puso su dorso frente a mí tal y como le había enseñado años atrás para que le montara. Por supuesto no lo hice, simplemente apoyé mi cuerpo en su lomo, feliz como hacía ya mucho que no estaba y con una sonrisa de oreja a oreja.
que bellos animales nos regalo la naturaleza!!!
ResponderEliminarFelicitaciones desde el sur del mundo! Muy buen Blog.
ResponderEliminarJuan de www.pelajescriollos.com
Hola, me llamo sofia y me encantan los caballos. Tambien tengo un blog y me gustaria que entraras y me dieras tu opinion. Espero que te guste.
ResponderEliminarGracias.
www.pasotroteygalope.blogspot.com