sábado, 31 de enero de 2009

Doma Natural, ¿realidad o engaño?

Este es uno de mis temas preferidos dentro del mundo del caballo. Sé que muchas personas están en contra de este término o este tipo de doma principalmente porque se han encontrado con algún que otro charlatán, que tras la etiqueta de la Doma Natural, o bien no consiguen nada o hacen cualquier tipo de barbaridad que siempre acaba pagando el caballo. Pero a pesar de todo ello, para mí ha sido la experiencia más terapéutica y positiva que podría haber soñado.



Mi novio me regaló a Lizzie, mi potra, cuando todavía no había cumplido los 2 años. Él la compró porque sabía que yo tenía el sueño, por fín a punto de cumplirse, de abrir un Centro de Psicoterapia Asistida por Equinos y quiso poner el primer granito de arena. Lo que no se paró a pensar fue que había que entrenarla y que yo sabía montar, pero no tenía ninguna experiencia domando caballos.

Lo primero que hice fue apuntarme a un curso de Doma Natural con Lucy Rees, que en mi opinión fue estupendo, de hecho repetí, pero el problema es que durante el mismo todo parece muy fácil y cuando llegas a casa, te pones frente a tu caballo y..., esa es otra historia. Eso sí, por algún sitio hay que empezar.

Yo entiendo la Doma Natural como una filosofía de vida, una forma de acercamiento al caballo en la que debes demostrarle que si te "sigue" estará a salvo, por lo tanto lo primero que se debe trabajar es la confianza. Yo entendí esto desde el principio, eso sí, ponerlo en práctica me ha llevado mucho más tiempo. Otra cosa importante es hacer que el trabajo sea divertido para ellos, quizás me equivoco pero no creo que ningún caballo vea el ser dado cuerda con mucha excitación, sin embargo, si mientras le das cuerda recorréis un circuito y trotas con él, después frenas en seco. Puede se más divertido ¿o no?

En mi caso, siempre tengo en cuenta sus necesidades y si un día no le apetece trabajar no trabaja, sobretodo sabiendo que es una yegua que está siempre bastante dispuesta. Mientras entrenamos, Lizzie siempre me mide y prueba a hacer lo que ella quiere, cosa que casi siempre conseguía, aunque hoy en día puedo decir que me suelo adelantar a todos sus retos y ella me respeta mucho más por ello.

En fín, ahora Lizzie tiene 5 años, estoy empezando a montarla, y creo que me está empezando a ver como a su líder (esto no lo digo muy alto todavía). He pasado momentos de todo tipo, la mayoría felices, pero también de desolación, llegando a pensar en dejarlo todo. No obstante, tras estos años de experiencia, no sólo he aprendido la base para entrenar caballos, sino también a superar obstáculos y bloqueos incluso en mi vida ordinaria. Hoy puedo decir que tengo mucha más confianza en mí misma y que miro a la vida como una aventura con muchas subidas y bajadas, pero que tienen que ser vividas.

3 comentarios:

  1. Ay que lindo, la verdad tener un caballo es genial. Tener un caballo domado en el que solo tienes q montar sabiendo, en teoria, que esta bien domado y no hay problema pues es cuestion solo de disfrutar no? Pero la verdad es que tener la oportunidad de tenerlo de potro y domarlo uno mismo es mucho mejor. A mi me regalaron a mi caballo con 5 años tambien, estaba sin domar, era el tipico q te montaba y al paso iba bien pero lo demas q le pidieras salia corriendo, frenaba en seco delante de alguna pared del picadero y se encabritaba. Hoy por hoy despues de muchos meses de trabajo y de muchas experiencias vividas con el no hay caballo que pueda disfrutar mas que a mi Bandolero. Pues creo que nadie conoce mejor a un caballo que cuando lo ha domado uno mismo y ha pasado tantas horas dia tras dia trabajando con el. Ahora lo disfruto muchisimo, no es un caballo para lucir respecto a doma como por ejemplo los de la real escuela andaluza, y no se si fue con o sin doma natural la verdad, pero si fue a base de trabajar juntos, de pasar tambien ratos de juego muchisimos cosa que hoy en dia seguimos haciendo y haciendole ver no solo que nos tenemos que respetar mutuamente, sino que tambien soy una amiga y no alguien a quien obedecer por miedo. Me alegro de que te gustara la experiencia de domar a Lizzie, y vamos la de haber podido asistir a cursos de doma natural de Lucie Rees debe de haber sido una pasada :D Mucha suerte y que disfrutes mucho de tu potra ;)

    ResponderEliminar
  2. Gracias Raky, la verdad es que sí, no hay mejor manera de disfrutar de tu caballo que cuando se trabaja con él día a día. Respecto a lo que dices de que no sabes si entrenaste a tu Bandolero con doma natural o no; para mí, mientras no se le haga daño y los dos disfrutéis ya está bien, no hay nada más importante que eso.
    Y en relación a Lucy Rees, para mí es todo un personaje, que va más allá de una persona que practica doma natural. De hecho, creo que a veces es más caballo que persona! En fín, fue un placer poder asistir a sus cursos y se lo recomiendo a todo el que tenga la oportunidad.
    Un saludo para tí y para Bandolero

    ResponderEliminar
  3. Felicidades por tu sinceridad¡¡¡¡¡ se nota que trabajas con Caballos a ellos no se les puede engañar. Cuestion de......ENERGIA¡¡¡¡
    Saludos

    ResponderEliminar