Varias son las razones por las que se llegan a desarrollar:
Una de las causas más comunes la podemos encontrar en un mal asiento provocado por una silla de montar inadecuada o por influencias y movimientos equivocados por parte del jinete. El caballo nunca aprederá a subir su dorso, si no es montado correctamente, es decir, debe ir "al bocado" y nunca "tirado hacia atrás", en cuyo caso le aparecerá una protuberancia en la parte baja del cuello o bien, se le hundirá el dorso.
Equivocado:
Reunión artificial por "tirar hacia atrás"; cuando un caballo ahueca su dorso por cualquier razón, las vértebras se acercan demasiado las unas a las otras y a largo plazo, esto llevará a que se rocen entre ellas provocando al caballo dolor.
Correcto:
Al montar a caballo correctamente, es decir, con la cabeza baja y estirada hacia delante, las vértebras tenderán a mantener su posición, por lo que las vértebras 14 - 16, donde soporta el peso del jinete, se mantendrán verticales y tu caballo te lo agradecerá.
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